jueves, 26 de abril de 2012

"Locos por salir de la isla"






Y nunca quise abandonarte, te llevaba en cada paso; y quedará mi amor, para siempre como flor de un regazo, por si acaso, por si acaso no regreso…

Celia Cruz

Por: Israel Fuguemann

Cuba.- “La Habana es un espejo”, una ciudad sonámbula que se mira encapsulada. Allí el tiempo si bien no parece haberse detenido, sí da la impresión de caminar con mucha más calma. Sus construcciones de  fachadas altas se han esculpido al viento, sosteniéndose bajo el color natural de sus ocasos cimientos.

La isla que durante 52 años  ha mantenido un sistema suigéneris de socialismo, ha tenido que librar diversas batallas para mantener el régimen que bajo la mano de Fidel Castro Ruz, el líder emblemático de la revolución cubana, hoy en plena crisis económica del capitalismo, se sostiene también a marchas forzadas.

Si factores externos como el bloqueo comercial por parte del gobierno estadounidense (que opera desde 1960,  como represalia a la ola de expropiaciones que inició el recién formado gobierno cubano, que meses atrás había obtenido la victoria en la Revolución en contra del gobierno de Fulgencio Batista), o la caída del bloque soviético en 1989, que tras el proyecto denominado  Perestroika” y “glasnost” de Mijaíl Gorbachov, no pudieron ejercer la fuerza suficiente para derrocar el proyecto de nación castrista, hoy para muchos cubanos sólo queda la una salida real para un verdadero cambio. La muerte de Fidel.

Para hablar del “barbón” o el “compañero Fidel” los cubanos descontentos con su gobierno, han tenido que idearse señas y claves porque muchos temen ser oídos por aquellos que están a muerte con la revolución. Cuba tiene hoy poco más de 11 millones de habitantes en la isla, según el último censo de la Oficina Nacional de Estadísticas Cubana (ONE), y cerca de 3 millones fuera de ella.

Para Luis Arteaga investigador de migraciones, esta cifra pudiera ser mayor pero “la Ley cubana es demasiado estricta”. Aún si pudieran salir sin problema  alguno, la cifra no sería mayor debido a la diferencia de sueldos que se pagan en peso cubano, la moneda de circulación nacional, y el costo del pasaje que se mide regularmente en dólares. La diferencia simplemente es abismal.

“Locos por salir de la isla”

Emilio es un mulato fornido de brazos anchos y pectorales bien definidos. Tiene 46 años de edad y nunca ha salido de su país. Vive en el reparto 10 de octubre, en un apartamento de una sola habitación, situado sobre una loma donde puede apreciarse el esplendor de la Habana.

Desde hace varios años trabaja sus reglamentarias ocho horas de jornada laboral, que cumple en una escuela primaria que está a tan sólo dos calles de su casa. Él se asume como un “multioficios” que quiere decir que es un trabajador de mantenimiento. Está casado y tiene un hijo de cinco años de edad.

Por la tarde Emilio dedica a ejercitar su cuerpo alrededor de dos horas diarias. Lo hace en un gimnasio improvisado de su reparto. Uno de los barrios más antiguos de la Habana, que deja la idea de la opulencia que se vivió en el lugar a principios del siglo pasado.  La influencia arquitectónica norteamericana y europea se plasma en los muros de hormigón  de estilos “Neobarrocos” y “Art Nouveau”  de los grandes caseríos ocupados por la extinta burguesía cubano-americana que los habitó.

Ahora 10 de octubre es una zona como muchas otras en la Habana, donde no hay tiempo para los lujos ni los excesos. Los recursos no se usan para la egolatría, allí la presunción estaría extinta a no ser por esas edificaciones que asoman la idea lejana de lo que un día se vivió detrás de esos altos muros erosionados por el viento. Ahora de ellos cuelga sólo ropa multicolor, madera desvencijada y alambres que evocan el ingenio del cubano. Emilio vive desde que nació allí. Sus padres fueron beneficiados con la revolución al obtener el pequeño hogar donde fue criado junto a su hermano mayor, al que no ve desde hace 30 años que salió de Cuba.  Su esposa es una trigueña venida de Camagüey una provincia central de la isla, se llama Ámbar “tan preciosa como la piedra misma”. 

La familia de Ámbar en Cuba se ha reducido prácticamente a Emilio, su pequeño “Maxi” y a su hermana Gloria, que está próxima a abandonar la isla. Los demás han emigrado, todos de manera legal pese a las dificultades que esto representa.

Entre México, España, Venezuela y Estados Unidos se encuentran repartidos el mayor número de cubanos en el mundo. Celia Cruz, la fallecida cantante de salsa más famosa que ha dado quizás el país, y una de las principales opositoras al régimen Castrista, salió el 15 de julio de 1960 de Cuba, sin saber que jamás regresaría a ella.

“En Celia se ven reflejados miles y miles de compatriotas que no han podido regresar a casa” platica Emilio, al mismo tiempo que pone en una pequeña grabadora la copia de un disco compacto pirata.  “Por si acaso no regreso”  es el tema que elige poner de fondo para amenizar la plática, mientras su rostro se va tornando melancólico.

Tan sólo en Estados Unidos, según la última Cifra Nacional de Población de ese país el número de habitantes cubanos asentados en tierras norteamericanas asciende a 1 millón 241 mil 685 cubanos. La gran mayoría acogidos por la Ley de Ajuste Cubano que el pasado 2 de noviembre cumplió 45 años de su entrada en vigor, y que se fundamenta dando trato de exiliados políticos a los cubanos que entran a territorio estadounidense.

Al viajar por “la isla mayor de las Antillas” es fácil encontrar cubanos decepcionados, tristes, ya sin esperanza alguna de que la Revolución les haga la justicia prometida. La mayoría son jóvenes, muchos de ellos catalogados dentro de la llamada “Generación Y” que la bloguera más seguida de La Habana, Yoani Sánchez define como los “nacidos en la Cuba de los años 70s y los 80s, marcados por las escuelas del campo, los muñequitos rusos, las salidas ilegales y la frustración”.

Pedro tal vez no pertenece a la “generación Y” porque él nació en 1955, pero eso no le impide rabiar al pensar que nunca podrá salir de la isla. Él maneja un taxi de los años ochentas que compró a un joven que hace 10 años se “escapó” de Cuba. Su pelo es cano, da la impresión de ser un habano que se va extinguiendo, bocanada a bocanada.

Dice llevar una vida “un poco más cómoda que otros” porque sus dos hijos le envían dinero desde Florida. Han pasado 15 años desde la última vez que los vio. Ellos “salieron porque no encontraron un  buen empleo”. A pesar de que ambos se habían graduado como ingenieros. “Es lo que pasa aquí, médicos, ingenieros, abogados, trabajan en cualquier cosa menos en lo que estudiaron”. 

A pesar de que Cuba está dentro de los países con los mejores resultados en índices educativos entre los países de América Latina y el Caribe, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en el campo laboral se ven rezagados por la falta de empleos donde realmente se apliquen los estudios realizados.

Esta situación opaca la exitosa Campaña Nacional de Alfabetización que el gobierno revolucionario llevo a cabo a principios de la década de los años  sesentas, y que erradicó el analfabetismo por completo. Ahora, de los 700 mil profesionales universitarios con que cuenta la matrícula escolar, miles tienen que buscar otra forma de ganarse la vida porque ejercer es casi una hazaña.

Emilio y Pedro están “locos por salir de la isla”. Ambos darían cualquier cosa por hacerlo de manera segura, pues ambos saben de muchos que han muerto en el intento. Y aquellos que lo han logrado tuvieron que pagar un alto costo por ello, hasta el punto de tener que relacionarse con redes delincuenciales que operan a lo largo del continente.

El negocio del tráfico de personas es redituable, porque existen mafias que operan desde Miami. El cobro lo hacen a los familiares que están en Estados Unidos. Hasta 10 mil dólares por persona para que sean llevados en una total travesía que comienza en el mar Caribe, continúa por  territorio mexicano y debe terminar, si bien les va, en suelo estadounidense según el embajador de Cuba en México Manuel Aguilera de la Paz.

Cambios inconclusos

Desde el 24 de febrero de 2008 que Raúl Castro Ruz es elegido Presidente del Consejo de Estado de Cuba por los Diputados de la Asamblea del Poder Popular y toma el lugar de su hermano Fidel, la política al interior de la isla ha cambiado. Aunque esto ha representado apenas una tenue luz de esperanza, los cubanos no tienen la certeza de hasta dónde continúe el control que tiene el Estado de casi todos los negocios.

La diferencia entre aquellos que han obtenido un permiso para operar un negocio de manera independiente, dentro de los 174 rubros que el gobierno autorizó apenas en 2010, comienza a ser significativa. Un operador de taxi o un mesero pueden llegar a obtener hasta 50 pesos convertibles cubanos (CUC) en un día, lo que representa un ingreso de 1250 pesos cubanos.  Cuatro veces más que el salario mínimo mensual  en Cuba que ronda los 300 pesos cubanos.
Esto representa un duro golpe a la cosmovisión que la revolución cubana inyectó desde sus inicios. Donde la igualdad, la suma de esfuerzos, y el olvidó del individualismo debía imperar sobre cualquier anhelo de enriquecimiento personal.
Ahora distritos como 10 de octubre, comienzan a tomar un aire de incertidumbre. La gente comenta con cautela, esperan un cambio, no saben hacía que dónde los pueda llevar. Las esperanzas son muchas y las probabilidades  inciertas, no quieren perder los beneficios obtenidos, pero tampoco quieren quedarse mirando como el mundo de afuera cambia de una manera  mucho más acelerada.
La única posibilidad que les queda a muchos cubanos que, como Pedro y Emilio sienten pasar los días con la agonía de querer ver con propios ojos, qué pasa más allá de esas tierras húmedas y calurosas, es que la “carta invitación” que necesitan para comenzar su trámite de llegue de cualquier forma. Ya sea de un familiar que reclama por su gente que ha quedado varada en esta sensual tierra del Caribe, o de algún extranjero enamorado de su gente, sus tradiciones y esa forma tan candente de vivir la vida.
Por eso cuando Emilio conoce a alguien que viajará a cualquier parte del mundo fuera de Cuba, él ofrece la mejor carta de presentación que tiene. Una fotografía que muestra su torso desnudo, donde presume lo mejor que le han dejado tantas y tantas horas de paciencia y espera.

viernes, 8 de octubre de 2010

Vargas Llosa, el pez que regresó al agua





Israel Füguemann / Cronic-arte
07 de octubre de 2010
Se escribe para llenar vacíos, para tomarse desquites contra la realidad, contra las circunstancias.
por: Füguemann

Sólo la derrota que sufrió en las elecciones por la presidencia de su país (Perú), fue capaz de hacer entender a Mario Vargas Llosa (Arequipa 1934) que “el genio artístico o literario, no es, en ningún caso, garantía de lucidez política”.  El mundo lo necesitaba  más en las letras que en el gobierno, porque ahí tan sólo era “un pez fuera del agua” como lo relató en sus memorias un año después de su desafortunado descalabro.

Hoy a 20 años de haber perdido lo que en ese entonces aparentaba ser un sencillo triunfo ante Alberto Fujimori, un ingeniero agrónomo desconocido por muchos hasta entonces, Mario  Vargas Llosa llega al pináculo de su carrera al recibir el Premio Nobel de Literatura 2010 tras 47 años de la publicación de su primera novela La ciudad y los perros.

El hombre serio y de convicciones fuertes que a lo largo de su vida nunca temió afrontar las consecuencias de su ideología política, contraria al honor intelectual que la izquierda ofreció a muchos otros autores de su generación, se convierte en el sexto escritor latinoamericano en recibir este galardón, que sólo habían podido alcanzar figuras Gabriela Mistral (Chile), Miguel Ángel Asturias (Guatemala), Pablo Neruda (Chile), Gabriel García Márquez (Colombia) y Octavio Paz (México).

Vargas Llosa que alguna vez llamó al Partido Revolucionario Institucional (PRI) la dictadura perfecta, ha sido siempre un personaje polémico. Criticado por muchos y admirado por más, el autor de ensayos como “Desafíos a la libertad” (1994) aceptó en su momento debatir con el presidente venezolano Hugo Chávez al cual calificó de “dictador” como Fidel Castro, con el que en 1971 rompió relaciones luego de la detención del poeta Heberto Padilla y su esposa acusados de “actividades subversivas” contra el gobierno castrista.

Este carácter inamovible que lo ha caracterizado siempre, trató de desnudar a través de sus letras y libros el régimen corrupto del cual no sólo ha sido presa su natal Perú, sino la mayoría de los países Latinoamericanos. El reconocimiento lo ganó por la crudeza con que  retrata de los regímenes y sistemas políticos, que le valió, convertirse en el peruano más reconocido a nivel mundial y,  encabezar junto con un puñado escritores como Julio Cortazar, Carlos Fuentes entre otros, una de las glorias literarias más grande de éste continente, el llamado “Boom Latinoamericano”.

En los años que Vargas Llosa pasó de ser tan sólo un orador político en contra de la nacionalización de la banca peruana, durante el primer gobierno del actual presidente peruano Alan García, a convertirse en el candidato oficial del El Frente Democrático (FREDEMO) que agrupo varias corriente cristianas y de derecha; su nación había sufrido años atrás, el dolor y el derramamiento de sangre que la guerra entre el movimiento terrorista Sendero Luminoso y el estado peruano habían ocasionado tan sólo una década atrás un saldo de 70 mil muertos.

Perú fue en algún momento semillero ideológico de muchas de las corrientes más radicales de la izquierda cuando Vargas Llosa era periodista. Años después estas escuelas de pensamiento se convirtieron en el nutriente de guerrillas urbanas. Una de sus novelas más célebres “La guerra del fin del mundo” (1981) nació de la fascinación que Vargas Llosa  siempre ha demostrado a lo largo de su vida por el fanatismo, la complejidad y el peligro de lo que el denomina, “el impulso totalizador” del fanático, contra los cuales ha tenido que luchar, aunque sea de manera interna.

Vargas Llosa se sabe peruano pero se reconoce de vocación cosmopolita, se presume apátrida, y detesta el nacionalismo. El arequipeño ama intensamente su tierra, en especial la amazonía, aquella zona selvática de hartos bochornos y colores que nace al oriente de la cordillera de los andes.
 Su primer viaje a esta zona que ocupa 60% del total del territorio peruano, lo realizó a los 22 años de edad, a partir de esa  fecha el frondoso verde del Amazonas ha sido y es, la fuente más rica de material imaginativo de varias de sus novelas. Allí nació “Pantaleón y sus visitadoras”, obra que hace algunos años fue llevada a la pantalla cinematográfica; también es la cuna de “La casa verde” y “El hablador” novelas que forman parte de los 19 títulos de ficción que Vargas Llosa ha colocado exitosamente  en la mente de los lectores alrededor del mundo.

Traducido a más de 30 lenguas diferentes y galardonado con tantos premios, como libros tiene en su haber, entre ellos  el periodista, escritor , político y hoy profesor de filosofía de la escritura Princeton (Nueva Jersey) no esperaba ganar el Nobel, porque pensó que su figura había quedado en el olvido. Lo que quizás él olvido fue que,  “La incertidumbre es una margarita cuyos pétalos no se terminan jamás de deshojar”.

sábado, 25 de septiembre de 2010

La fiesta brava de la "Meche"







por:Füguamann/ Cronic-arte
25 de septiembre 2010


México D.F. Como cada año las calles de la Merced fueron territorio libre. El barrio donde se ubica uno de los centros de abastos de alimentos perecederos más importantes de la Ciudad de México, festejó el 53 aniversario del mercado que desde 1957 sustituyó la antigua plaza que a causa de la re configuración de la ciudad en los años 50 se vio desplazada por la construcción de lo que hoy se conoce como la avenida Anillo de Circunvalación.


Las calles se llenaron de la música popular que inconfundiblemente los “sonideros” desatan con la variedad de la música y los ritmos afro caribeños que, calle a calle retumban con los impresionantes sistemas de audio e iluminación que dan vida a una de las fiestas populares más emblemáticas la capital.

Allí cada cuadra toma sus propios tintes y ofrece una o varias caras. Están las de la fiesta y la algarabía que año con año intensifican por abarrotar las menudas callejuelas; pero también se avisan las que ensucian los festejos. Los atracos están a la orden del día, son hechos invisibles para la elementos policíacos que prefieren hacer de cuenta que nada pasa, aún cuando es inevitable toparse a cada paso con drogadicción, prostitución y robo.

Las calles estaban a reventar, la gente formaba una inmensa masa que se desplazaba a lo largo de toda la colonia. Avenidas cerradas y una inmensa cantidad de basura decoraban las banquetas. La gente, en su mayoría muchachos, se drogaba sin temor al castigo, en la Merced parece vivirse una tolerancia sobreentendida que permitía a los niños jugar mientras otroras partes se drogaban; marihuana, activo, “piedra” eran más fáciles de encontrar que un baño, por eso las calles se transformaron en el descanso de muchos.

Julián vive en la “Guerrero” y viene cada año, pero este fue diferente porque le “toco bailar”. En menos de medio minuto fue desprendido de sus pertenencias por cuatro “chavos” en plena avenida Circunvalación ante la mirada atónita de muchos qué, como yo, fuimos incapaces de poder hacer algo para ayudarlo.

Lejos quedaron los años en que las naves de la Merced eran espacios funcionales para la ciudad que en ese momento se encontraba en crecimiento. Ahora en cambio, se han tornado en zonas cercadas por el comercio informal y donde no existe ningún control sanitario y de calidad porque las ratas y cucarachas son los vecinos eternos de los colonos.

Para Javier que toda su vida la ha visto pasar entre los pasillos del mercado, la fiesta tiene muchos significados. “El toquín de la meche” es en primer lugar es un símbolo de identidad de quienes viven o trabajan ahí, pero también es un buen pretexto para compartir con la “banda” la música, el trago y un buen momento.

Aún cuando la muchos lo conocen por ahí, Javier no dudad en aclarar que se debe tener mucho cuidado, porque ese día a sus calles llega “banda” de otros barrios igual o más pesados. Tepito, Neza, Iztapalapa, Pantitlan son los más felicitados por el hombre que con su voz ameniza el sonido. Son los barrios que hoy son “carnales” y mañana enemigos.

Dos hombres ejecutan un baile soberbio sobre la calle, de fondo, un retumbar estrambótico que a todos hace mover los píes sincronizar los movimientos, que muchos bailarines de estudio y salón ya quisieran tener en su repertorio. El machismo hace oídos sordos porque los que mejor bailan son los gays que en su ritmo llevan lo mejor del sabor del latino y la fiesta popular.

Conforme la noche cae y la lluvia humedece las viejas construcciones, el ambiente se va poniendo más pesado. Las riñas se intensifican y es más fácil encontrar hombres sangrando que oficiales que estén dispuesto a detenerlo.

Este festín de color, tradición y contradicciones dura hasta la madrugada, cuando los corazones han terminado de derramar los sentimientos, las barrigas se han llenado hasta reventar y a la cabeza le urge descansar de todo cuanto haya sido capaz de procesar.#













martes, 14 de septiembre de 2010

FONHAPO: Estamos operando en números rojos



Israel Füguemann
martes 13 de septiembre de 2010/ Cronic-arte
(Estas son el tipo de notas que a los diarios no les interesa, lo de hoy es el narco, la dejo aquí para que no muera de nada)

México D.F.- Tuvieron que pasar 25 años para que Reina Sánchez Estévez tuviera en sus manos las escrituras que hoy le dan seguridad jurídica en su patrimonio. Ella, es una de las 1500 personas que ayer se vieron beneficiadas con la “Firma y entrega de escrituras y bonos a beneficiarios” por parte del Fideicomiso Fondo Nacional de Habitaciones Populares (FONHAPO) que coordina la Secretaria de Desarrollo Social (SEDESOL).


Durante la ceremonia de entrega donde además, fueron otorgados mil 384 cheques de subsidios del Programa Tu Casa del FONHAPO, a familias de escasos recursos de la Ciudad de México; el director de la dependencia Salvador López Orduña pidió al Congreso de la Unión hacer lo necesario para elevar el presupuesto previsto de 2 mil 59 millones de pesos el cual consideró “insuficiente” para atender la demanda de todas aquellas personas que no tienen la posibilidad de adquirir un crédito con una institución bancaria.


FONHAPO "está operando en números rojos” así lo informó Salvador López Orduña director general de la dependencia que aseguró el déficit que hoy es de 350 millones de pesos, podría subir al doble para el próximo año.


El funcionario solicitó a las Comisiones de Presupuesto y de Hacienda de la Cámara de Diputados,"ver que muchos de los problemas sociales actuales se pueden solucionar, mediante el acceso a una casa o vivienda digna para la población más necesitada".


López Ordoña vio complicado que sea la Comisión Nacional Bancaria quien regule el otorgamiento de los créditos a FONHAPO como propone la legisladora María de los Ángeles Moreno en una iniciativa de ley presentada ante el Congreso, pues las familias que no tienen un trabajo fijo por ser de escasos recursos, difícilmente cumplirán los requisitos de los bancos.


Por su parte José Antonio Revah Lacouture director general del Instituto de Vivienda del Distrito Federal (INVI), hizo énfasis en que dependencias como SEDESOL FONHAPO e INVI, tienen que recibir mayor apoyo presupuestal, pues el 65% de la población no tiene acceso a los créditos del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT) y del Fondo de la Vivienda del ISSSTE (FOVISTE).


En los últimos 10 años, 70 mil familias han sido desplazadas hacia Estado de México por no tener alternativa dentro de la ciudad; por eso es necesario financiar 1.6 millones de viviendas en los próximos 20 años aseguró Revah Lacouture.


Con este acto son ya 16 mil 500 escrituras entregadas en lo que va del sexenio del presidente Felipe Calderón para las familias que obtuvieron un crédito con FONHAPO. Familias enteras como la de Reina, vieron culminada una etapa que duró una década de pagos al crédito que hoy les da seguridad en su hogar.

martes, 24 de agosto de 2010

Cronic-arte: "Sí, soñamos con adoptar a un niño"

Cronic-arte: "Sí, soñamos con adoptar a un niño"

"Sí, soñamos con adoptar a un niño"


(Esta entrevista apareció publicada en EL UNIVERSAL el 23-ago-2010)

por: Füguemann

Ellos se casaron hace seis meses, cuando por primera vez las parejas del mismo sexo pudieron hacerlo legalmente en el DF.

A partir de esa “fecha histórica” para la Comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transgénero, Travesti, Transexual e Intersexual, Rafael Ramírez y Sebastián Becerril se convirtieron en uno de los primeros matrimonios homosexuales.

Ahora son reconocidos en la calle: algunas veces son felicitados; otras, discriminados.

Tras avalarse la constitucionalidad de la adopción de niños por matrimonios del mismo sexo, en entrevista con EL UNIVERSAL, la pareja dice estar contenta por el reconocimiento de sus derechos ahora garantizados por la ley. Manifiestan que por ahora no pretenden adoptar, pero “sí, es un sueño que tenemos”.

Este matrimonio está apenado por las declaraciones de diferentes miembros de la Iglesia católica, que sólo demuestran su grado de homofobia.

Consideran que las declaraciones del cardenal Juan Sandoval Íñiguez, de la Arquidiocésis de Guadalajara, “llaman al odio y la discriminación”. Rafael y Sebastián son católicos y afirman no estar en guerra con la Iglesia, pues los “jerarcas no son la religión”. Lo único que piden es “respeto hacia ellos y las instituciones que avalan la legalidad de su unión”.

Están convencidos de que “los grandes cambios se generan de las pequeñas acciones”. Han impulsado foros de debate junto con Asamblea Legislativa del DF, como el que se denomino “Familias Homoparentales”, donde la participación de expertos en salud sexual y derechos humanos coincidieron que la finalidad del matrimonio no es la procreación, sino la convivencia en pareja.

Acerca de la manera de educar a sus hijos, si los tuviesen, Rafael y Sebastián aseguran: “No se puede manipular al niño en su orientación sexual, lo que se debe hacer es llenarlo de una educación pluricultural, diversa, amplia y abierta”.

Lo siguiente para esta pareja, es la elaboración y la difusión de un compendio informativo con todo lo abordado en el foro y la investigación que ellos y otros profesionales e investigadores, así como integrantes de la comunidad lésbico-gay han hecho en beneficio de una mejor convivencia y entendimiento de la diversidad sexual que existe en el país.

Los derechos a la seguridad social, como la atención médica por el IMSS, no han podido ejercerlos. El instituto dejó claro que se requieren reformas para que las parejas de trabajadores homosexuales que coticen tengan el servicio.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Una brevísima historia de casi nada




Por: Füguemann

Pocas veces me he sentido así antes de comentar o escribir acerca de un libro. No creo que sean las casi quinientas páginas. De hecho tampoco se lo atribuyo al hecho de la dificultad de la obra. Aunque a muchos como a mí, incautos y alejados de la ciencia por más de una razón, que ahora me parece ilógica, nos pudiera parecer aburrido, o demasiado elevado en términos de especialización leer un libro que maneje conceptos de Física, Química, Geología, Astronomía, Paleontología, Botánica, Zoología, Bilogía y otras ciencias. Debo decir que está “Breve historia de casi todo” ha provocado en mí un mar emociones, confusiones y dere aprendizaje.

Escrito por Bill Bryson (1951 EU.), y publicado en 2003, la obra de este escritor de viajes, nos lleva a dar un recorrido, por muchos de los momentos más trascendentales de la historia de este universo, que por una curiosa e inexplicable casualidad o causalidad habitamos hoy en día.

De regreso a la niñez

Lo primero que se viene a mi mente después de haber transitado las inusitadas y cautivadoras líneas de esta “Breve historia de casi todo”, es mi niñez. Pude recordar mis acercamientos con la ciencia. Claro que de una forma bastante ligera y comprensible para un niño de ocho o diez años cursando estudios básicos. Pude volver en el tiempo, tan relativo como lo dijese Einstein cuando era tan sólo un trabajador burócrata de una oficina de patentes suiza (Pág. 122-123), y verme visitando el Museo de Historia Natural de la Ciudad de México, el Universum o el Museo de Antropología e Historia.

Recordé mis clases de historia universal, bilogía y algunas por difícil que parezca de Física y Química que tantos dolores de cabeza me provocaron en la secundaria. No sé a que se deba, si a lo ameno de Bryson o el deseo por redescubrir lo que no estaba olvidado, pero sí abandonado en algún lugar de mi basta red neuronal, pero sin lugar a dudas fue una grata sorpresa, saber que mucho, o mejor dicho bastantes ideas, teorías y conceptos ya me habían sido transmitidos de alguna manera.

Creo que si algo había olvidado, era mi capacidad de asombro. Cuando somos pequeños, andamos con una necesidad extraordinaria de saber el cómo y por qué de todas las cosas. Basta encontrarnos con algo nuevo para que ante nuestro ojos se nos abra un universo inmenso por conocer.

Dando vueltas a la mente

Lo mismo me sucedió leyendo. A cada nueva página, un sin fin de dudas se me revolvían en la cabeza. Ponerse a imaginar lo basto de universo o lo complejo de una célula, es una tarea complicada, por más cifras comparativas que se usen. Peor aún si hablásemos de protones, bacterias, quarks, microorganismos, átomos, estrellas, proteínas y todo cuanto en dimensiones descomunales existe en el universo.

Algo que sí me quedo claro, es que la ciencia está hecha a base de más errores, que de aciertos. Difícil de creer, pero cierto. Claro que también entran las serendipias, los accidentes fortuitos, y el rigor de la objetividad científica Si no me lo creen vayan, abran el libro y lean acerca de quienes estudian o estudiaron, por ejemplo, el universo.

En la Teoría de la Gran Explosión que anda rondando por ahí de la década de los años veinte, existe una anécdota curiosa. Dos jóvenes que trabajaban en Bell de Homdel (Nueva Yersey), Arno Penzias y Robert Wilson (Pág. 21-22), que sin querer encontraron la radiación que había dejado la Gran Explosión, claro que ellos no la estaban buscando, tan solo probaban una antena de comunicaciones de gran alcance, pero fueron más afortunados que todo el equipo de científicos de la universidad de Prinston, que sí buscaba está radiación, que era la prueba fehaciente de la teoría de George Gamow. “Encontraron el borde del universo”. Aunque para mala fortuna nuestra, es posible que nunca lleguemos a él y si lo hacemos, no veríamos un borde o una frontera exterior (Pág. 26).

Lo diminutos que somos

Parafraseando un poco a Bryson, puedo decir que desgraciadamente también es una coincidencia, rara e indescifrable, que yo tenga que estar escribiendo estas líneas, porque si no me hubieran concebido, a mí y a usted en el momento que se dio, y los genes no hubieran determinado nuestras características, tal vez nunca, y mejor dicho, quitemos el tal vez, sus ojos no estarían postrados sobre esta hoja.

Pero volviendo a lo diminutos que somos y lo alejados que estamos de casi todo lo que nos rodea en el universo, me siguen sorprendiendo bastantes cosas. Una de ellas son las supernovas. Para quienes desconocen como yo lo que son, éstas supernovas, escuetamente les puedo decir que se producen cuando una estrella gigante,(mayor que nuestro sol) estalla produciendo una gran explosión (Pag.38).

Pero está tan alejadas que tan solo nos llega un pequeño brillo que es muy difícil ubicar, de hecho se da tan lejos, que esa explosión se dio hace muchísimo tiempo y ha viajado a través del universo, así que ese brillo estampado en nuestro cielo, es un espectáculo digno de admirar.

Desgraciadamente nuestro desinterés y me incluyo, nos aleja de todos estos espectáculos que se dan casi todo el tiempo por encima nuestro, no necesariamente las supernovas. A qué se debe tal suceso, en verdad no lo sé. En México existen alrededor de 11 entre los que se encuentran el de San Pedro Mártir en Baja California, el Astrofísico "Guillermo Haro" en Cananea, el de la Universidad de Guanajuato, el de Tonantzintla Puebla, el de Chapa de Mota de la Sociedad Astronómica de México, el de la Universidad Autónoma de Guadalajara y unos cuantos más. La oferta en verdad es poca si nos comparamos con otros países como Estados Unidos o Canadá.

Pero lo que hace falta tan solo es enamorarse del universo y tratar de buscar en él. Sino, pregúntenselo al reverendo Robert Evans que es uno de los mejores casando supernovas. Él no cuenta con un basto equipo, ni mucho menos con un observatorio sofisticado, tan sólo es el deseo de observar el cielo desde las montañas Azules de Australia.

Lo peligroso de la ciencia

Ahora prefiero hablar y decir historia moderna o contemporánea , y no a lo largo de la historia, porque si tomamos en cuenta que la Tierra cuenta con 4, 550 millones de años (70 millones más-menos)de vida como lo indicase Clair Patterson en su estudio y medición de proporciones plomo/uranio con rocas antiguas(Pág. 154) seria muy difícil hablar de la ciencia y sus peligros.

Aunque a veces la idea general con que asociamos a los científicos, es la de hombres y mujeres bastante recatados y poco sociables, encerrados en un laboratorio y aislados de todo cuanto los rodea, vayamos a la historia y veremos que estamos tal vez equivocados en más de un concepto.

Como habremos de darnos cuenta, los hombres necesitamos entender, imaginar y tener una idea clara de la dimensión las cosas. Para ello necesitamos asociar medidas que nos ayuden a asignarle un valor comprensible a los objetos. La tierra no ha sido la excepción y a más de uno le ha costado la vida, o la cordura, aventurarse a descubrirla o medirla.

Hoy en día obtener información y datos es más simple de lo que era hace 275 años. Ahora sólo basta para quienes tienen la posibilidad de adquirir un ordenador y acceso a internet, teclear unas cuantas letras y saber que la distancia entre la Tierra y el Sol es de 149, 597, 870, 691 millones de km, y que la distancia a la Luna es de 384 400 km.

Pero en 1735 la cosas eran un mucho más complicadas. Lo fue para Pierre Bouguer y Charles Marie de la Condamine, cuando se aventuraron a tierras altas de Perú, para tratar de triangular distancias a través de los andes y así tratar de medir el tamaño de la Tierra (Pág. 51), para su desgracia casi todo el equipo falleció en el intento.

Como ellos muchos otro científicos o investigadores han muerto tratando de entender este mundo y todo lo que en él converge. El laboratorio no por ello es menos peligroso. Basta mencionar el nombre de Marie Curie para saber de lo que les hablo. Fue la primer persona en recibir el Premio Nobel en dos diferentes campos. El primero de Física en 1903 y el segundo en 1911 en Química, por haber descubierto el radio y el polonio, dos elementos altamente radiactivos. Su trabajo con radioactividad a la postre habría de quitarle la vida.

Las envidias también matan

Si ya había mencionado lo peligroso que puede ser el trabajo de campo o laboratorio que realizan los científicos e investigadores. Me hacía falta mencionar lo peligroso y ruin que en muchos casos puede ser el medio de la ciencia. Como toda actividad humana, la ciencia por muy objetiva que pretenda ser, no está exenta de envidias, plagios, desdeños y descalificaciones muchas veces infundadas por la ignorancia, o bien, la soberbia.

En el primer tercio del siglo XIX un furor estaba por comenzar. La pasión por la Geología. Fue tanto el éxito de esta nueva disciplina que se formo una sociedad capaz de eclipsar a la hegemónica Real Sociedad, casi al grado de desplazarla como primera sociedad científica de Inglaterra, esta era la Sociedad Geológica(Pág. 72). La aventura de salir al campo y coleccionar piedras trajo al mundo nuevo conocimiento acerca de la historia de la tierra, pero también serios enfrentamientos entre las diferentes corrientes que en ella había.

Los catastrofistas creían que la Tierra se había formado en virtud de fenómenos y cataclismos. Por otro lado los uniformitarios afirmaban que la Tierra se había formado a través de cambios graduales y lentos. Por risible que parezca, estas diferencias, creaban en enemigos, que duraban toda una vida al punto que podían terminar con carreras prometedoras.

Richard Owen, es quizá uno de los nombres menos agradables en la paleontología, aunque el halla sido quien acuño el término de dinosaurio. No por su falta de inteligencia o audacia, sino por su poca moral ética. Owen a lo largo de los años se dedico a destruir varias carreras, Gideon Mantell, fue quizás quien más padeció los ataques. Tanto fue la mala leche, que Owen se dedicó a borrar el trabajo que Mantell había realizado y se puso a renombrar especies de dinosaurios que ya habían sido descubiertas. Fue tanto el dolor y la frustración que Mantell decidió quitarse la vida.

Holliwood no estaba tan equivocado

Lo que a continuación voy a relatar fue algo muy curioso. Era un viernes bastante tranquilo, no me apetecía hacer gran cosa. Mis opciones no eran muchas, así que decidí ir al cine. Como es común las salas comerciales pocas veces tienen buenas películas. Pero era tal mi deseo, que no me importo ver una clásica película holliwoodense.

En la sala se anunciaba 2012, que prometía una fuerte dosis de adrenalina y efectos especiales de alto nivel. El título me sonó a una de una vieja profecía Maya que habla de sexto Ahau (Sexto Sol) y el fin de la vida como se conoce hasta hoy. En fin. Estaba yo sentado, palomitas, refresco, y ganas de pasar el rato. En menos que canta un gallo la cosa se puso dura.

Terremotos de altas intensidades, ciudades partiéndose a la mitad, magma disparándose de cualquier parte de la tierra. Los océanos desbordando y enterrando todo a su paso. París, Tokio y no podía faltar Nueva York, colapsados en unos cuantos minutos. Todo es tan rápido que nadie lo esperaba, la humanidad y las especies destruidas en un abrir y cerrar de ojos.

¿A qué viene lo siguiente? No es que sea amigo de las ideas catastrofistas ni mucho menos. Tampoco quiero decir que el churraso holliwoodense que me avente, tenga mucho de científico o éste basado en teorías dignas de tomar en cuenta, no. Lo que pasa es que esta visión de la tierra entrando en convulsión me hizo recordar, el capítulo IV “Un planeta peligroso” donde por curioso que parezca, existía muchas similitudes en lo trágico que se puede poner el asunto.

Hoy sabemos , y es una teoría bastante aceptada, que un meteoro impacto, en lo que hoy es la península de Yucatán, provocando un enorme cráter de 193 km de anchura y 48 de profundidad, que cambiaria los destinos de la vida en la Tierra (Pág.196). También sabemos que el interior de nuestro planeta es bastante caliente, tanto como para ser eliminados si algo cambia drásticamente allá abajo.

Después de esto lejos de asustarme, sólo pude preguntarme ¿qué es lo que nos queda? Somos tan vulnerables ante la naturaleza, que no podemos imaginar un mundo sin nosotros. Lo mismo puede pasar si algo del exterior cae con gran fuerza, que si desde el interior de la Tierra, todo hiciera erupción . Todo pasaría tan rápido como lo dice Bryson que ni nos daríamos cuenta. Pero la verdad es que la naturaleza no se equivoca, los que nos equivocamos somos nosotros.

La inmensidad de lo pequeño

A veces las cosas más grandes, están contenidas en lo más inimaginablemente pequeño. Las bacterias están en todos lado, se dice que son miles de billones, cifras incalculables. Son tan necesarias para el funcionamiento la vida como casi todo. Están y son parte del equilibrio biológico(Pág. 294).

De hecho son tantas y de tan diferentes tipos, que hasta los taxonomistas a la fecha de hoy, no han podido diferenciar o separar, de manera consensuada, la gran cantidad de especies o reinos de vida que existen. La vida de uno no bastaría para poder clasificarlo todo.

La mayor parte de la vida no es ni mucho menos como nos la imaginamos. Se ha dado de tantas formas y cambiado tanto a lo largo de los miles de años, que lo que hoy conocemos, tan sólo es un esbozo de todo lo que ha existido.

Cuando uno supone que somos lo más grande en la evolución, puede que este equivocado. Dice Bryson y muchos más, que las condiciones para que se diera la vida, fueron por demás excepcionales y únicas. Las cantidades necesarias de elementos como oxigeno o helio para que podamos respirar, se dieron a raíz de un proceso complejo y difícil de explicar.

La temperatura de nuestro planeta es la adecuada, nuestras capacidades físicas no soportarían una atmósfera como la de Marte o Venus, por mencionar a nuestros vecinos más cercanos. Somos el resultado de la acumulación de átomos y más átomos, de eras glaciales, de la evolución, de catástrofes y milagros de la vida, somos en suma una especie con tan corta existencia que apenas figuramos en la historia de la tierra.

A merced o mercenarios

Ya mencioné lo vulnerables que podemos ser, pero es necesario, pensar en lo mercenarios que podemos ser. Bryson nos regala dos visiones. La primera que a mi parecer es un tanto catastrofista. Nos regala comparaciones con millones de kilotones y bombas atómicas, en un supuesto cataclismo terrestre. Y otro el del hombre que arrasa y aniquila, los distintos tipos de vida a donde llegamos.

Hace muchísimos años, parecía una ofensa decir que proveníamos de los simios. Hoy eso no parece tan malévolo. Aún no sabemos de donde provenimos, estamos en una lucha por encontrar nuestras raíces. Nos nombramos homo sapiens, suponemos descender de África, aunque a muchos europeos no les guste. Un día, ponemos en el esqueleto de Lucy un australopitecino de hace 3.18 millones de años, hallado en Etiopía muchas esperanzas queriendo darle al clavo de nuestra descendencia, al otro solo sabemos que tenemos muy poco de donde saber (Pág. 421).

Siempre tendemos a preocuparnos solo por nosotros, nos preocupamos sólo cuando nos afectan las cosas. Exterminamos sin remordimiento a nuestros compañeros de planeta, ya lo hicimos con el pájaro Dodó y el Pinzon mayor del Koa, y quien sabe cuantos más(Pág. 449)

Hoy escuchamos hablar de calentamiento global y de desenlaces trágicos, de animales en peligro de extinción, de sueños para con conquistar otros mundos, de un Gran Colisionador de Hadrones y un sin fin de cosas más. Supongo que ésta “Breve historia de casi todo” continua.

Para concluir

Nuestra condición de seres subjetivos dificulta la objetividad en casi todo. El mérito de la ciencia y el periodismos, está en tratar de ser sino objetivos, sí sinceros y honestos en nuestro trabajo. Es difícil platicar de casi todo, ha Bryson le tomó casi quinientas páginas, a mi se me dificultó en tan sólo estás líneas.

Hacía mucho que un libro no me cautivaba tanto, ni me invitaba a volver a ser niño, éste me llevo a sorprenderme, pero sobre todo a seguir preguntando.#